jueves, 1 de julio de 2010

moura/catania

ya no hay más dioses. Los míos propios se han ido todos. Y no han dejado más que reflejos débiles de aquello que alguna remota vez supieron ser. Espejismos que se desnudarán en sueños, de noche, cuando vuelva la ansiedad y el deseo. Entonces me miraré al espejo, y mi imagen se apagará lentamente. Imagino mi boca desdibujarse en el silencio, y un cuerpo que quiere pronunciarse, ignorando que ya no está, que ya no es. Mi canto se perderá en la niebla y, agotado, se rendirá ante el reflejo. Cuando la ausencia me bese los labios, sabré seguir la ruta que pasa como un remolino, incansable e indefectiblemente. Me convertiré en viajero errante, seré un gitano. Y, junto al mar, celebraré aquel ritual pagano, sabiendo que mis propios dioses ya no están, que…

3 comentarios:

  1. de dioses y almas e historias colectivas...
    me gusta leerte...

    Besos

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  2. Me gusta tu texto! tiene una bella poesía!
    Además me llama mucho la atención del recurso de arrancar y terminar con ...
    ¡queda muy bien!

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  3. Gracias, Maro. Vos inspirás.
    Hola, Nayla! Seguí el blog y espero más comentarios. Gracias por pasar y leer!

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